Los padres reciben mensajes contradictorios sobre el cuidado y la educación de los adolescentes

Últimamente se ha criticado mucho a los llamados "padres hiperprotectores" en los medios de comunicación populares por abrumar a sus hijos adolescentes, participando excesivamente en su vida en momentos en los que necesitan más independencia que cuidados. Esos reproches siguen de cerca a otros estudios que sugieren que los padres no prestan suficiente atención a los adolescentes, produciendo así una epidemia de comportamientos destructivos.

Así pues, ¿a quién deben creer los padres?

Nuevos estudios sobre los Adolescentes hoy de SADD (Students Against Destructive Decisions: Estudiantes contra las decisiones destructivas) y Liberty Mutual Group sugieren, de manera alentadora, un término medio, recomendando a los padres que presten atención a las cosas apropiadas en los momentos apropiados.  

No hay duda de que cuando los jóvenes pasan de la niñez a la adolescencia, tienen necesidades innatas de espacio e independencia. Cada una de estas necesidades alimenta una importante búsqueda de identidad personal y un grupo de compañeros con el cual identificarse en esta etapa del desarrollo. Pero ninguna exige el abandono emocional que con frecuencia acompaña los años de la adolescencia.

En realidad, los adolescentes desean con todas sus ganas que los adultos se den cuentan –y aprecien– de su avance hacia la madurez. Sin embargo, en medio del frenético ritmo de vida actual americano, nos olvidamos o simplemente no ofrecemos las celebraciones de transición significativas y rituales de la recién descubierta independencia y responsabilidad hacia la familia y la comunidad que marcaron la transición para generaciones anteriores.

Según los estudios sobre los Adolescentes hoy, casi la mitad de los estudiantes de escuela secundaria (el 42 por ciento) y más de una cuarta parte de los estudiantes de escuela intermedia (el 30 por ciento) dicen que Mamá y Papá no reconocen los momentos importantes de su vida.

¿Las consecuencias? Es más probable que los adolescentes cuyos padres no prestan atención a transiciones importantes de la adolescencia, tales como la pubertad, los cambios de escuela y los cumpleaños clave, participen en conductas de alto riesgo, entre las que se pueden mencionar el consumo de bebidas alcohólicas, el uso de drogas, las relaciones sexuales prematuras y el manejo de autos de manera temeraria. También es más probable que se sientan estresados y deprimidos.

Parece claro que en ausencia de un reconocimiento razonable de su progreso, muchos adolescentes simplemente se inventan sus propios ritos de entrada a la edad adulta, buscando rutas alternativas a la "madurez" que frecuentemente incluyen opciones destructivas. 

Resulta alarmante que los padres a menudo no saben nada sobre estas opciones.  

Al comparar las actividades que describen los mismos adolescentes con las percepciones de sus padres, los nuevos estudios de los Adolescentes hoy confirman los descubrimientos anteriores de un "desfase de la realidad" que deja a muchas familias desconectadas de una manera inquietante. Por ejemplo, en comparación con lo que dicen sus propios padres, los adolescentes de escuela secundaria tienen:

  • Ocho veces más probabilidades de decir que toman bebidas alcohólicas;
  • Cuatro veces más probabilidades de decir que usan drogas; y
  • Dos veces más probabilidades de decir que han tenido relaciones sexuales.

Es hora de salvar la distancia.

Los reconocimientos tradicionales de entrada en la edad adulta fomentan el tipo de diálogo entre padres e hijos que ha demostrado reducir las probabilidades de consumo de bebidas alcohólicas por menores de edad, el uso de drogas, las relaciones sexuales prematuras y el manejo temerario de carros. También unen a las diferentes generaciones gracias al reconocimiento tangible de cambio físico, y a veces, a los sutiles cambios sociales y emocionales.  

Marcar los pasos importantes en la vida de los adolescentes también resulta esencial porque ayuda a los adolescentes a establecer la conexión entre las personas que eran, las personas que son y las personas en las que se están convirtiendo, consolidando su búsqueda de propósito mientras les prepara para un papel menos egocéntrico, más colectivista en la sociedad.   

A continuación presentamos unas ideas para los padres.

Identifique las transiciones significativas.

Descubrir qué transiciones son las más importantes para su hijo adolescente es un primer paso decisivo. Lo que "cuenta" para un adolescente (por ej. cumplir dieciséis años, conseguir el primer trabajo, salir con su primer/a novio/a, conseguir su licencia de manejar) puede no tener demasiada importancia para otro.

Comunique y celebre eventos importantes de la vida.

Comunicar el mensaje, ya sea por medio del diálogo o pasando tiempo juntos, de que está "conectado" con su adolescente a medida que este toma pasos significativos hacia la madurez es una manera importante decir, "Te quiero, me preocupo por ti y veo que estás creciendo".  

Anime a los adolescentes a explorar oportunidades de crecimiento saludables.

Apoyar la participación de su adolescente en actividades estructuradas incluidas dentro de verdaderas oportunidades de éxito y recompensa le ayudará a ascender los escalones –y a iniciarse – hacia la edad adulta.

Seis años de estudios de los Adolescentes hoy dejan claro el papel increíblemente influyente que los padres y otras personas adultas comprensivas pueden tener para guiar a los adolescentes hacia opciones seguras y saludables. Este último informe ofrece ejemplos incluso más claros de cómo hacerlo, resaltando los resultados de prestar atención.

Menos protección.

Stephen Wallace, M.S.Ed., tiene amplia experiencia como psicólogo escolar y consejero de adolescentes. Se desempeña como presidente y director ejecutivo de SADD, director de consejería y preparación de consejeros en los Campamentos Marítimos de Cape Cod, y es profesor adjunto de psicología en  Mount Ida College. Para obtener más información sobre SADD o los estudios sobre los Adolescentes hoy, visite www.sadd.org.

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